
Ha pasado una década sin el cantaor que portaba el lucero de su Granada para alumbrar un arte infinitamente capaz de establecer su puente sonoro entre el Albaicín y el Sacromonte de sus vidas. El Arco de Santa Elvira no da a basto con las monedas imaginarias que se depositan entre las cajas del sonido […]
PARA ENRIQUE MORENTE: